Por lo general, la idea que tenemos de sillas de rueda eléctrica corresponde a un modelo muy versátil, y que puede adaptarse sin problemas a espacios exteriores. Estas se caracterizan por ofrecer una mayor resistencia en sus distintos componentes, contando con ruedas capaces de desplazarse sobre diferentes tipos de superficies.
Esto último es la principal diferencia que podemos encontrar en relación con las sillas eléctricas de interior. En estos casos, nos encontraremos con vehículos para minusválidos mucho más pequeños, los cuales ofrecen toda la comodidad necesaria al interior de la casa o del centro de cuidados donde pueda estar la persona.
Las sillas eléctricas de interior se caracterizan por ser más estrechas, pesar mucho menos, contar con ruedas pequeñas y tener un radio de giro menor. A pesar de todas estas ventajas, también debemos decir que poseen menos autonomía y que su batería tiene una duración mucho más reducida que en las sillas eléctricas para exteriores.